El tópico literario que aparece en el poema es el tempus fugit, y también el poder igualatorio de la muerte, ya que el autor nos dice que no somos nada, que lo único seguro es la muerte.
Pertenece al estoicismo, doctrina filosófica fundada en el siglo III por el griego Zenón de Citio, que defiende el autodominio, la serenidad y la felicidad de la virtud.
La temática del poema es una actitud pesimista ante la vida. Fernando Pessoa pretende decirnos que no somos nadie, que nada permanece, que lo único seguro es la muerte. El mundo hoy en día es en lo que menos piensa, la muerte. Aunque sea lo único seguro, la vida misma hay que vivirla con otra actitud.
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