Atendiendo a la estructura de las ideas, podemos dividir el texto en tres partes:
1a parte (desde el principio hasta "reconocidos entre ellos"): Introducción al tema del texto por medio de una anécdota en la que se aprecia la función expresiva y apelativa. Con ello, nos introduce emocionalmente al tema.
- Rosa Montero se alegra del triunfo de la Selección española sobre Francia.
- Tras la celebración de los jugadores, se sorprende al pensar que ninguno se ha reconocido como homosexual.
2a parte (desde "y luego nos jactamos" hasta "como España en 2005"): Desarrollo del tema y explicación del mismo mediante argumentos estadísticos y ejemplificadores. Con estos argumentos, Rosa Montero extiende el problema a nivel europeo.
- A través de su pensamiento anterior, la autora se pregunta que dónde están los futbolistas homosexuales.
- Por medio de un argumento estadístico, la autora nos muestra que el porcentaje gais es bastante bajo.
- A través de una anécdota de una amiga de la autora, Rosa Montero nos da a conocer el caso de un futbolista no identificado que declara su homosexualidad y su infelicidad.
- A partir del ejemplo de este futbolista, la autora quiere dejar claro que el problema no se extiende solo en el fútbol y en España.
- Rosa Montero montero nos da otros dos ejemplos en los que muestra que un porcentaje muy bajo de deportista se reconocieron gais en los JJOO de 2008 y 2012.
3a parte (desde "me pregunto" hasta el final): Conclusión del tema y tesis de la autora.
- Se alude de nuevo al ejemplo de la roja para aludir también a las manifestaciones de las bodas gais.
- La autora se pregunta ahora, a modo de reflexión, cuantas otras cosas damos por solucionadas cuando en realidad no lo están.
Tema: Multitud de prejuicios no solventados.
Resumen: Tras la celebración de un gol de la Roja en Francia, cabe preguntarse cuántos jugadores son reconocidos como homosexuales. La respuesta en ninguno. Y esto no sólo se orienta al fútbol y a España. La mayoría de los deportistas no se reconocen como gais porque la sociedad es todavía demasiado arcaica para valorar en igualdad a homosexuales y a heterosexuales. Aunque parece que este tema esté solucionado en realidad no lo está.
Comentario crítico: Estamos ante un texto de opinión escrito por la periodista y escritora madrileña Rosa Montero para el periódico el país, en el que se expresa el tema de la homosexualidad y la posición aún arcaica de la sociedad actual frente a ella.
La celebración de un gol de la Selección Española de Fútbol le sirve como anécdota a Rosa Montero para introducirnos en el tema principal del fragmento. Dicha celebración parece que no constaba de ningún jugador reconocido como gay, por lo que cabe preguntarse... ¿dónde estan los futbolistas homosexuales? Lo que viene a agravar más aún la situación es que este vacío de homosexualidad reconocida no sólo afecta al fútbol y a España, sino que en los JJOO de Pekín 2008 y Londres 2012 también habían poquisímos atletas reconocidos como gais... Parece que estamos en una sociedad avanzada y que perfectamente acepta a las personas de la otra acera, pero según Rosa Montero, no es así.
Respecto a la valoración de las ideas ya explicadas anteriormente, en mi opinión, me parece un poco forzada la anécdota que usa Rosa Montero para introducirnos en el tema. Poca gente al ver una celebración de un equipo de fútbol se preguntaría cuantos homosexuales hay o deja de haber... No obstante, ya en el cuerpo del texto, Rosa Montero utiliza adecuadamente los argumentos estadísticos y la anécdota de su amiga para apoyar su tesis, una sociedad antigua que aún no acepta en su totalidad a los gays.
En mi opinión, no hay nada malo en aceptar a los homosexuales como iguales, porque lo son. A la hora de desempeñar un trabajo o en el ámbito del deporte del que se habla en el texto lo pueden hacer igual de bien que una persona heterosexual. Me parece curioso por ello que a la mayoría de homosexuales les de vergüenza o miedo a reconocer que lo son, esto no debería causar ningún problema... claro que la sociedad en la que vivimos no ayuda mucho. Desde el mismo gobierno se trata a los homosexuales como diferentes, el PP no permite el matrimonio entre ellos, ¿por qué no? ¿Qué hay de malo? A mi en concreto me es un poco indeferente, ya que el tema no me afecta directamente (soy heterosexual), pero me parece patético que no se permita el matrimonio gay. Estamos en el siglo XXI, presumimos, como dice Rosa Montero, de que nuestra sociedad es torelante, entonces, ¿qué hay de malo en los homosexuales? ¿Se debe juszgar a una persona por su tendencia sexual? Yo pienso que no. No deberíamos ser tan malos con los gays, y si no lo puediésemos evitar, por lo menos no deberíamos ser tan falsos y cínicos como para parecer torelantes cuando en realidad no lo somos.
1a parte (desde el principio hasta "reconocidos entre ellos"): Introducción al tema del texto por medio de una anécdota en la que se aprecia la función expresiva y apelativa. Con ello, nos introduce emocionalmente al tema.
- Rosa Montero se alegra del triunfo de la Selección española sobre Francia.
- Tras la celebración de los jugadores, se sorprende al pensar que ninguno se ha reconocido como homosexual.
2a parte (desde "y luego nos jactamos" hasta "como España en 2005"): Desarrollo del tema y explicación del mismo mediante argumentos estadísticos y ejemplificadores. Con estos argumentos, Rosa Montero extiende el problema a nivel europeo.
- A través de su pensamiento anterior, la autora se pregunta que dónde están los futbolistas homosexuales.
- Por medio de un argumento estadístico, la autora nos muestra que el porcentaje gais es bastante bajo.
- A través de una anécdota de una amiga de la autora, Rosa Montero nos da a conocer el caso de un futbolista no identificado que declara su homosexualidad y su infelicidad.
- A partir del ejemplo de este futbolista, la autora quiere dejar claro que el problema no se extiende solo en el fútbol y en España.
- Rosa Montero montero nos da otros dos ejemplos en los que muestra que un porcentaje muy bajo de deportista se reconocieron gais en los JJOO de 2008 y 2012.
3a parte (desde "me pregunto" hasta el final): Conclusión del tema y tesis de la autora.
- Se alude de nuevo al ejemplo de la roja para aludir también a las manifestaciones de las bodas gais.
- La autora se pregunta ahora, a modo de reflexión, cuantas otras cosas damos por solucionadas cuando en realidad no lo están.
Tema: Multitud de prejuicios no solventados.
Resumen: Tras la celebración de un gol de la Roja en Francia, cabe preguntarse cuántos jugadores son reconocidos como homosexuales. La respuesta en ninguno. Y esto no sólo se orienta al fútbol y a España. La mayoría de los deportistas no se reconocen como gais porque la sociedad es todavía demasiado arcaica para valorar en igualdad a homosexuales y a heterosexuales. Aunque parece que este tema esté solucionado en realidad no lo está.
Comentario crítico: Estamos ante un texto de opinión escrito por la periodista y escritora madrileña Rosa Montero para el periódico el país, en el que se expresa el tema de la homosexualidad y la posición aún arcaica de la sociedad actual frente a ella.
La celebración de un gol de la Selección Española de Fútbol le sirve como anécdota a Rosa Montero para introducirnos en el tema principal del fragmento. Dicha celebración parece que no constaba de ningún jugador reconocido como gay, por lo que cabe preguntarse... ¿dónde estan los futbolistas homosexuales? Lo que viene a agravar más aún la situación es que este vacío de homosexualidad reconocida no sólo afecta al fútbol y a España, sino que en los JJOO de Pekín 2008 y Londres 2012 también habían poquisímos atletas reconocidos como gais... Parece que estamos en una sociedad avanzada y que perfectamente acepta a las personas de la otra acera, pero según Rosa Montero, no es así.
Respecto a la valoración de las ideas ya explicadas anteriormente, en mi opinión, me parece un poco forzada la anécdota que usa Rosa Montero para introducirnos en el tema. Poca gente al ver una celebración de un equipo de fútbol se preguntaría cuantos homosexuales hay o deja de haber... No obstante, ya en el cuerpo del texto, Rosa Montero utiliza adecuadamente los argumentos estadísticos y la anécdota de su amiga para apoyar su tesis, una sociedad antigua que aún no acepta en su totalidad a los gays.
En mi opinión, no hay nada malo en aceptar a los homosexuales como iguales, porque lo son. A la hora de desempeñar un trabajo o en el ámbito del deporte del que se habla en el texto lo pueden hacer igual de bien que una persona heterosexual. Me parece curioso por ello que a la mayoría de homosexuales les de vergüenza o miedo a reconocer que lo son, esto no debería causar ningún problema... claro que la sociedad en la que vivimos no ayuda mucho. Desde el mismo gobierno se trata a los homosexuales como diferentes, el PP no permite el matrimonio entre ellos, ¿por qué no? ¿Qué hay de malo? A mi en concreto me es un poco indeferente, ya que el tema no me afecta directamente (soy heterosexual), pero me parece patético que no se permita el matrimonio gay. Estamos en el siglo XXI, presumimos, como dice Rosa Montero, de que nuestra sociedad es torelante, entonces, ¿qué hay de malo en los homosexuales? ¿Se debe juszgar a una persona por su tendencia sexual? Yo pienso que no. No deberíamos ser tan malos con los gays, y si no lo puediésemos evitar, por lo menos no deberíamos ser tan falsos y cínicos como para parecer torelantes cuando en realidad no lo somos.
Muy completo, muy bien, Francisco... sólo sugerirte que quizá la autora use el fútbol como metáfora; La actividad y afición que representa por excelencia los valores "viriles" y, yendo un poco más allá, "machistas" de nuestra sociedad...
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